lunes, 27 de enero de 2014



¡Emergencia! Estrategias para cuando el ritmo tu clase se está cayendo.

Como profesora, me ha tocado dar clase de inglés a varias personas o a una sola; a gente joven y a jubilados; a la noche, a la tarde, al mediodía o temprano en la mañana. Como todos sabemos, cada clase presenta sus propias dificultades y sus propios encantos. La parte divertida es la que viene sola, pero tenemos que prepararnos para esos desafíos inevitables.

A veces los estudiantes están simplemente cansados o una lección con demasiada gramática les aburre un poco. Quizá tienen otras preocupaciones (personales o laborales, por ejemplo) en la cabeza. Puede ser también que sencillamente no les gusta levantarse temprano o que cierto tema los frustra. Sea como sea, como profesores tenemos que estar preparados y preparadas para enfrentar estos momentos difíciles con nuestros estudiantes.

Y seamos honestos; ¡a veces como profesores estamos un poco quemados! La idea es nunca desperdiciar la clase, pero si nos alejamos de la parte técnica de explicaciones gramaticales un día para poder hacer algo más interactivo, no hay problema. Son como pequeñas vacaciones para todos.

A la medida que pasaban los años, desarrollé algunas estrategias de supervivencia docente. Creo que la más importante en términos materiales fue mi “carpeta de emergencia” – una carpeta que siempre llevaba conmigo a cada clase con diferentes actividades divertidas para cualquier nivel o grupo.

Estaba dando clase en Buenos Aires, Argentina y trabajaba con diferentes institutos que me mandaban a varias empresas, lo cual quería decir que no todos mis grupos estaban trabajando siquiera con la misma serie de libros. ¡Era necesario ponerme un poco creativa!

Entonces, ¿qué es la carpeta de emergencia?

¡Es un salvavidas! Contiene varias hojas impresas con diferentes actividades organizadas de la siguiente manera:

·         Por nivel (principiante, elemental, intermedio, avanzado)
·         Por tema (expresión oral, entendimiento auditivo, escritura, juegos, etc.)

¿Qué tipo de actividades entran?

Sobre todo, actividades divertidas que requieren participación activa por parte de los estudiantes mismos. Muchas veces se aburren en clase cuando la experiencia es pasiva: sólo tienen que escuchar la explicación y tomar nota. (De hecho, deberíamos evitar el aprendizaje pasivo siempre que podamos; es mucho mejor pedirles a los estudiantes ejemplos, correcciones, etc.)

Ahora, si pueden ser juegos, mejor aún. La competencia o el trabajo en equipo siempre levantan el ánimo en la clase. Otra cosa para tener en cuenta es la risa. Si es posible hacer una actividad graciosa como lo pueden ser las representaciones (role-plays), ¡golazo!
Abajo van algunas de las actividades que siempre llevaba conmigo. Pero primero, ten en cuenta lo siguiente:

·         Organiza muy bien la carpeta con clips y/o etiquetas
·         Imprime nuevas hojas para no quedarte sin
·         ¡Ten en cuenta qué has usado con cada grupo!
·         Recuerda qué hay en la carpeta de emergencia a toda hora para poder escoger, en lo posible, algo que va de la mano con el tema que se está trabajando en clase

Posibles actividades:

1.      Role-plays
Imprime unas fichas con personalidades (nombre, profesión y pasatiempos) y pon a los estudiantes a interactuar entre sí. Los puedes poner a presentarse en una fiesta de bodas, a conocerse en un congreso profesional o aun a charlar en citas ciegas. Decide la situación según la edad, las personalidades y la profesión de tus estudiantes. Haz fichas para cada nivel y las posibilidades son infinitas.

2.      Expresiones coloquiales
Para grupos intermedios y avanzados, una excelente idea es hacer actividades con expresiones (“to let the cat out of the bag”, “to get on the bandwagon”, “to hit the nail on the head”). Prepara tus actividades con unas cinco expresiones y parrafitos que demuestran su uso con espacios en blanco para completar. Los estudiantes también podrán hacer ejemplos propios para compartir con el grupo.

3.      Citas famosas
También me he divertido mucho con mis estudiantes trabajando con citas de personajes famosos (políticos, filósofos, figuras históricas, autores, estrellas de cine). Escoge unas citas según el nivel de tus estudiantes y organízalas en una hoja – ¡pero no incluyas el final de la cita! Sólo pon el nombre y la mayoría de la cita para que los estudiantes puedan completarlas y comparar sus oraciones con las citas originales.

4.      Veinte preguntas
Prepara una hoja con veinte (o menos) preguntas personales según el nivel de los estudiantes al estilo de: “What do you eat for breakfast?” o “What city are you from?” Nada demasiado privado, claro. Cada estudiante llena una hoja y te la entrega. Después lees las preguntas y las respuestas sin decir de quiénes son, y los estudiantes deben adivinar quién ha dicho qué.

5.      Dos verdades y una mentira
Similar al juego del número 4, distribuyes una hoja con varias preguntas al estilo de: “When I was a child, I…”. De nuevo, las preguntas se escriben según el nivel del grupo. Cada persona debe escribir dos cosas verdaderas y una mentira. Después todos comparten sus respuestas y los demás deben adivinar cuál es la mentira.

Estas son algunas ideas, pero realmente la lista es infinita. Me ha ido bien con estas actividades y con juegos de vocabulario o gramática para puntos, por ejemplo. Sobre todo, la competencia y lo lúdico son excelentes, además de las actividades en que los estudiantes pueden hablar sobre sí mismos. A todos nos gusta que alguien se interese en nosotros - ¿por qué no preparar actividades con entrevistas?

Nadie conoce a tus estudiantes mejor que tú, entonces prepara estas u otras actividades para tu carpeta de emergencia y ¡a divertirse!

Mallory May
Profesora de inglés y desarrolladora de materiales didácticos para Really Learn English

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